El león murió con las botas puestas
- Bryam Mauricio Torres Acosta
- 18 dic 2017
- 2 Min. de lectura

Wilson Morelo se convirtió en pilar fundamental del ataque del león este semestre. ElTiempo.com
La garra del león siempre estuvo presente en esta temporada. El equipo de Gregorio Pérez encaró la final ante su eterno rival con el mismo estilo de juego que le permitió ser uno de los líderes del campeonato y mantener la regularidad.
El arranque de Santa Fe esta temporada fue fulminante. Clasificándose con anticipación y con una idea de juego clara llegó a la gran final, en donde se enfrentó con un Millonarios que también logró concretar una idea de juego clara y muy parecida a la del león.
Ambos equipos llegaron a la final más esperada de todas. En ambas finales, los azules hicieron del juego aéreo un arma en contra del león, algo paradójico teniendo en cuenta lo que ha significado este juego para Santa Fe en esta época dorada.
En la final de vuelta, Santa Fe salió a asfixiar al rival con la presión alta que le dio muchos resultados este semestre. De esta manera llegó la pena máxima cobrada por Wilmar Roldán que Wilson Morelo convirtió en gol.
En la parte complementaria el azul reacomodó sus líneas y se cerró más, jugó con la desesperación de Santa Fe por irse arriba en el marcador. En un tiro de esquina cobrado por Domínguez, Cadavid logró desmarcarse de Héctor Urrego y así marcar el empate.
El desespero fue la constante, la entrada de Omar Pérez y de Juan David Valencia le dio al cardenal más herramientas de ataque y justamente, de una jugada colectiva entre Perlaza, Roa y Morelo llegaría el 2-1 que forzaría a los penales, luego de remar contra la corriente, el goleador cardenal completó 8 goles siendo uno de los goleadores del león este semestre.
Finalmente, faltando 5 minutos para finalizar el partido y con un mar de nervios, Millonarios, de la mano de Henry Rojas, consiguió el gol del título con un zapatazo de otro planeta, que significó el final y la definición de esta final histórica del lado embajador.
Santa Fe fue un digno sub-campeón. La regularidad mostrada en jugadores como Leandro Castellanos, William Tesillo, Juan Daniel Roa y Wilson Morelo (a pesar de su lesión) hicieron de este Santa Fe un equipo altamente competitivo, tal como lo ha sido estos últimos años de grandes títulos. El león tendrá cita internacional el año que viene y deberá replantearse para mantener el ímpetu.
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